El derecho a la salud es el derecho humano a gozar sin distinción alguna, del más alto nivel de salud que permita a cada persona vivir dignamente.
No es alcanzar una forma particular de buena salud, sino la garantía plena de disponibilidad, acceso, calidad y aceptabilidad de facilidades, bienes, servicios y condiciones para alcanzar el mayor nivel posible de salud, siempre que este nivel asegure vivir conforme a la dignidad humana.
De acuerdo con este contenido esencial del derecho, son obligaciones del Estado:
Adoptar una política nacional de salud, acompañada de un plan detallado para el ejercicio del derecho a la salud.
Crear las condiciones que aseguren a todas las personas en el territorio de su jurisdicción, asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad física y mental.
Proporcionar atención primaria de la salud, entendiendo como tal la asistencia sanitaria esencial puesta al alcance de todos los individuos y familiares de la comunidad.
Asegurar que todos los profesionales de la salud reúnan las condiciones necesarias de educación, experiencia y ética.
Indivisibilidad de la vida
El derecho a la salud es indivisible del derecho a la vida y a la integridad personal. Todas las conductas o actos en materia de salud que tengan la intención o que, producto del irrespeto o incumplimiento de obligaciones del Estado, tengan como resultado poner en peligro la vida o la integridad física o mental de cualquier persona, deben ser investigados y sancionados.
Dado que un problema de salud puede presentarse en cualquier momento, producir lesiones permanentes o poner en riesgo la vida –por causas de índole física o mental, o por causas externas-, existen medios que deben garantizarse de manera inmediata. Entre ellos:
Prevenir, reducir y eliminar eficazmente todo factor que pueda tener consecuencias nocivas para la salud.
Garantizar la permanente disponibilidad de una atención médica calificada, adecuada y oportuna para atender toda situación de emergencia.
Prever las condiciones necesarias que eviten y protejan eficazmente a las personas de todo acto o evento con el potencial para producir muertes evitables y daños prevenibles a la salud, entre los que se encuentran:
Adoptar medidas para prevenir, tratar y combatir las enfermedades epidémicas y endémicas.
Proporcionar inmunización contra las principales enfermedades infecciosas que tienen lugar en la comunidad.
Reducir la mortinatalidad y la mortalidad infantil, asegurando el sano desarrollo de los niños.
Disuadir acerca del uso indebido de alcohol y tabaco, y del consumo de estupefacientes y otras sustancias nocivas.
Formular y aplicar políticas nacionales con miras a reducir y suprimir la contaminación del aire, el agua y el suelo.
Prevenir la violencia en todas sus manifestaciones, los accidentes de cualquier clase, la tortura, las penas y los tratos inhumanos o degradantes.
Prestación de socorro en casos de desastre y de ayuda humanitaria en situaciones de emergencia.